jueves, 1 de septiembre de 2016

7mo aniversario

Aún me parece que fue ayer, cuando sentado en un Mc Donal`s, punto céntrico y vistoso de sabana Grande, en Caracas, junto a Angélica Pino y Emmanuel Gunezler hablábamos con Amando Chalbaud, el nos traía unas copias, obras de títeres. Ya habíamos comenzado los ensayos de eso que ahora se llama”Los cuentos de mese Pedro”, no teníamos nombre, ni lugar donde ensayar, el teatrino era muy ato y pesado y no podíamos estar de un lado a otro (este teatrino réplica del de los hermanos Di mauro, se lo habíamos comprado meses antes al mismo Armando), hablando y hablando con Armando le planteamos el hecho de no tener nombre y el nos sugirió, y en esa sugerencia se veía también una necesidad de bautizarnos, de llamarnos Telba Carantoña Teatro.


Telba Carantoña


(La explicación de este nombre es sencillo y complicado, Telba, para quienes no lo saben, es la madre de Armando e iniciadora en su vida de titiritero y Telba, para quienes no lo saben, es mi madre titiritera, desde el momento en que a los 7 años me consiguió llorando en unas escaleras y me llevó de la mano a inscribirme en mi primer taller de títeres.)

Los tres nos vimos y no dijimos nada, pero dentro de nuestros ojos había un sí rotundo y un momento después, le dijimos a Armando que sí, que así se llamaría el grupo, sería esto en agosto de 2008, pero que día de agosto, no tengo idea, seguimos con los ensayos, y a medio camino Angélica dejó los títeres, sin embargo nos siguió apoyando,  sobre todo con el lugar de ensayo y el lugar para guardar esas dos grandes maletas que eran nuestro teatrino. 

No fue sino hasta febrero de 2009 cuando se hizo la primera función, en San Antonio de los Altos-Miranda. Desde esa función para acá, 7 años después, mucho o poco (aún no lo sé), hemos hecho.
 aquí en la exposición de los títeres de Laura de Rokha, Foto de Lilian Maa´Dhoor.


Ya son 7 años de trabajo y sacrificio, de ver muchos rostros de niños y adultos sonrientes, de escuchar sus gritos de reclamo ante una mala acción de algunos de nuestros malvados, o de asombro y alegría ante la justicia de nuestros héroes.  No solo hemos tomado textos y los hemos montado, sino que cada personaje y cada situación las hemos hecho nuestras, tratando de imprimirle un sello distintivo, que nos acerque a encontrar un lenguaje propio, sin pretensiones de ningún tipo, arriesgándonos, eso sí, sin quedarnos en un punto de confort, buscando nuevos lenguajes (no para el mundo, para nosotros mismos) y construyendo poco a poco, un repertorio variado, en estética, técnica y temática.


Este último año ha sido particularmente difícil, sin embargo seguimos adelante, montando una nueva producción, pensando en volver a salir del país, como siempre no huyendo, ni buscando solo el lucro, sino para seguir formándonos.  Seguimos volando, con las alas de a imaginación, pensando en las grandes cosas que queremos hacer, y las pequeñas grandes cosas que nos gustaría tener, y las pequeñas grandes cosas que hemos logrado, con mucho sacrificio (no comprarnos ropa nueva, no ir a discotecas, no viajar a menos que sea de trabajo, no muchas cosas que otra gente hace sin darse cuenta), esto no lo digo para dar lastima, ni para que digan alguna frase cursi, sino para demostrar que más allá nuestras carencias personales, está nuestro compromiso con un noble arte.



Así vamos tumbos y pasos firmes, tropezando, cayendo y levantándonos. Sin dejar de alzar las manos para que los títeres vivan, sin dejar de leer sobre  e informarnos, sin dejar de crecer. Adelante, vamos, poco a poco, sumando colaboradores, gente que nos sigue de una forma u otra, que nos apoya con un mensaje, con una foto, con algún material. Vamos asumiendo nuevos y mayores retos, pues quién dijo que iba a ser fácil o tranquilo, lo cierto es que aquí vamos!



 Títeres de "Apacuna", dibujos de Don Peli y diseño de Lilian Maa`Dhoor.