martes, 18 de octubre de 2016

Telba Carantoña

Hace veintitrés años, más o menos por esta época, recuerdo vagamente haber entrado en lo que era el Complejo Cultural José María Vargas, recuerdo haber acompañado a mi mamá a inscribir a mi hermana en danzas, y que me llevaran a la oficina donde comenzaría a hacer títeres, luego de eso no recuerdo mucho en concreto, pero mi mama me contó y luego me lo corroboraron, que no me querían inscribir en ese taller, era muy pequeño, de tamaño y edad, y no podía; salí llorando de la oficina, mi mamá me dijo que me inscribiría en la orquesta y yo le dije que no (veintitrés años después, no me arrepiento de ese NO), y bajamos las escaleras que nos llevarían al lobby y de allí a la casa sin taller para mi, al pie de las escaleras estaba ella, le pregunto a mi mamá qué me pasaba. Por qué ese niño llora? Y mi mamá le dijo que no me habían dejado inscribirme en el taller de títeres, ella dijo: cómo que no? Y me tomó de una mano y subimos, yo recuerdo ese toque, ese impulso, pero no más, según el cuento ella misma me inscribió y una semana después inicié mi primer taller de títeres.
Ella siempre vigilaba, bajaba frecuentemente y veía los títeres que íbamos formando, les hacía cumplidos y recuerdo, que una vez dijo que el Genio (mi primer títere) era hermoso.
Ella junto a Levy Rossel me dieron mi primer diploma, ella, siempre estuvo, desde ese primer día junto a mí, siempre sin importar nada, con ella aprendí dirección, sin que ella me  enseñara, aprendí viéndola,  de ella aprendí disciplina, y no dejarme derrotar por las adversidades, de ella aprendí que sea rojo, verde, blanco o purpura el partido de turno hay que trabajar por y para los niños que no tienen partido político, de ella aprendí que los golpes pueden ser fuertes, pero más fuertes deben ser nuestras piernas para levantarnos y continuar caminando. Con ella aprendí a cocinar, a servir una mesa, a que el pan no debe comeré directo sino cortarlo en pedazos, aunque ella no podía cortarlo, de ella aprendí que el titiritero debe ser un artista integral.


Armando, Zayulit, Telba, José y Emmanuel en los valles del Tuy


La última vez que nos vimos fue en Argentina, compartimos varios días, tomamos vino, hablamos de los proyectos, de mi vida, de a dónde quería llegar, de los títeres y los titiriteros. Fue la última vez que nos vimos en persona, que nos abrazamos, que nos dimos un beso, pero no perdimos el contacto, siempre estuvo allí, a lo lejos, pendiente, aconsejando, y nunca regañando, siempre con un consejo, una palabra de aliento, de continuar, de no quedarnos estancados. Siempre quise darle motivos de orgullo, no sé si lo logré pero sé que su cariño  para con nosotros era y es inmenso, desde noviembre pasado me alentaba a conocer algunos titiriteros y trabajos que le parecían interesantes, para mí nunca descansaba, su  partida es un golpe fuerte. Pero patio al alba, así para confundirse con la luz del sol, esa luz que ella siempre irradiaba.
Telba, con emmanuel y José en  la inaguración de la exposición en homenaje a Armando,  en Margarita
Telba, sin duda eres una de las mujeres más importantes de mi vida, me enseñaste el camino de los títeres, fuiste mi manipuladora en muchos momentos (como le decía Freddy Reina: Telba no manipula títeres, pero manipula titiriteros). Doy gracias a dios, porque me encontraras al pie de esa escalera, que no me hayas dejado salir de allí sin darme este oficio que tanto amo, respeto y defiendo. Doy gracias porque te convertiste en una segunda madre, porque siempre tenías palabras de aliento y por tu sonrisa. “Carmencita y las flores” fue la última obra que te pudimos mostrar, pero de las siguientes todo lo sabías, yo te contaba como iban a ser los títeres, los colores que usaríamos y demás, el último proyecto sé que te gustó, porque lo veías arriesgado y un lujo de riesgo me dijiste.
Telba, maese Pedro y José

Celebro tu vida Telba, tus logros, no te despido, pues despedirme de ti, sería olvidarte, y no puedo hacerlo, no quiero y no me permitiré hacerlo, el grupo que dirijo lleva tu nombre gracias a Armando y a ti misma. Te amo y sé que Armando te estará abrazando ahora y estarás con Javier, hablando y tomando vino, con Eduardo y tantos otros que seguramente te recibieron con aplausos y una fiesta. 

TE AMO TELBA

jueves, 1 de septiembre de 2016

7mo aniversario

Aún me parece que fue ayer, cuando sentado en un Mc Donal`s, punto céntrico y vistoso de sabana Grande, en Caracas, junto a Angélica Pino y Emmanuel Gunezler hablábamos con Amando Chalbaud, el nos traía unas copias, obras de títeres. Ya habíamos comenzado los ensayos de eso que ahora se llama”Los cuentos de mese Pedro”, no teníamos nombre, ni lugar donde ensayar, el teatrino era muy ato y pesado y no podíamos estar de un lado a otro (este teatrino réplica del de los hermanos Di mauro, se lo habíamos comprado meses antes al mismo Armando), hablando y hablando con Armando le planteamos el hecho de no tener nombre y el nos sugirió, y en esa sugerencia se veía también una necesidad de bautizarnos, de llamarnos Telba Carantoña Teatro.


Telba Carantoña


(La explicación de este nombre es sencillo y complicado, Telba, para quienes no lo saben, es la madre de Armando e iniciadora en su vida de titiritero y Telba, para quienes no lo saben, es mi madre titiritera, desde el momento en que a los 7 años me consiguió llorando en unas escaleras y me llevó de la mano a inscribirme en mi primer taller de títeres.)

Los tres nos vimos y no dijimos nada, pero dentro de nuestros ojos había un sí rotundo y un momento después, le dijimos a Armando que sí, que así se llamaría el grupo, sería esto en agosto de 2008, pero que día de agosto, no tengo idea, seguimos con los ensayos, y a medio camino Angélica dejó los títeres, sin embargo nos siguió apoyando,  sobre todo con el lugar de ensayo y el lugar para guardar esas dos grandes maletas que eran nuestro teatrino. 

No fue sino hasta febrero de 2009 cuando se hizo la primera función, en San Antonio de los Altos-Miranda. Desde esa función para acá, 7 años después, mucho o poco (aún no lo sé), hemos hecho.
 aquí en la exposición de los títeres de Laura de Rokha, Foto de Lilian Maa´Dhoor.


Ya son 7 años de trabajo y sacrificio, de ver muchos rostros de niños y adultos sonrientes, de escuchar sus gritos de reclamo ante una mala acción de algunos de nuestros malvados, o de asombro y alegría ante la justicia de nuestros héroes.  No solo hemos tomado textos y los hemos montado, sino que cada personaje y cada situación las hemos hecho nuestras, tratando de imprimirle un sello distintivo, que nos acerque a encontrar un lenguaje propio, sin pretensiones de ningún tipo, arriesgándonos, eso sí, sin quedarnos en un punto de confort, buscando nuevos lenguajes (no para el mundo, para nosotros mismos) y construyendo poco a poco, un repertorio variado, en estética, técnica y temática.


Este último año ha sido particularmente difícil, sin embargo seguimos adelante, montando una nueva producción, pensando en volver a salir del país, como siempre no huyendo, ni buscando solo el lucro, sino para seguir formándonos.  Seguimos volando, con las alas de a imaginación, pensando en las grandes cosas que queremos hacer, y las pequeñas grandes cosas que nos gustaría tener, y las pequeñas grandes cosas que hemos logrado, con mucho sacrificio (no comprarnos ropa nueva, no ir a discotecas, no viajar a menos que sea de trabajo, no muchas cosas que otra gente hace sin darse cuenta), esto no lo digo para dar lastima, ni para que digan alguna frase cursi, sino para demostrar que más allá nuestras carencias personales, está nuestro compromiso con un noble arte.



Así vamos tumbos y pasos firmes, tropezando, cayendo y levantándonos. Sin dejar de alzar las manos para que los títeres vivan, sin dejar de leer sobre  e informarnos, sin dejar de crecer. Adelante, vamos, poco a poco, sumando colaboradores, gente que nos sigue de una forma u otra, que nos apoya con un mensaje, con una foto, con algún material. Vamos asumiendo nuevos y mayores retos, pues quién dijo que iba a ser fácil o tranquilo, lo cierto es que aquí vamos!



 Títeres de "Apacuna", dibujos de Don Peli y diseño de Lilian Maa`Dhoor.